Nombre del barranco: "Les Mates"
Provincia: Alicante
Localidad: Beniardá, cerca del pantano de Guadalest
Dificultad técnica: Moderada
El pasado sábado 4 de mayo de 2013, un pequeño grupo de nuestro club emprendió una aventura diferente, realizar el descenso al barranco seco de Les Mates, en Beniardá, provincia de Alicante.
Nos costó un poco de tiempo el llegar a la primera cabecera del barranco (nos perdimos 2 veces incluso). Una vez en el sitio descubrimos que el barranco seco no era tal sino que tenía un caudal de agua considerable por lo que un neopreno de 3 mm no nos habría estorbado en absoluto. Pero no podíamos dar marcha atrás así que decidimos seguir adelante.
El barranco resultó precioso. Consta de 18 rápeles, muchos de ellos destrepables (sobretodo a partir del 8º), siendo el mayor de 18 m de altura. La expedición comenzó con muchas ganas de "rapelear", incluso montando la cuerda para distancias minúsculas, no obstante, tuvimos que reconsiderar nuestras intenciones ante la saturación de agua que llevábamos y teniendo en cuenta la ausencia de sol por lo que a partir del 8º rápel optamos por minimizar todo lo posible el uso de la cuerda.
Localidad: Beniardá, cerca del pantano de Guadalest
Dificultad técnica: Moderada
El pasado sábado 4 de mayo de 2013, un pequeño grupo de nuestro club emprendió una aventura diferente, realizar el descenso al barranco seco de Les Mates, en Beniardá, provincia de Alicante.
El barranco resultó precioso. Consta de 18 rápeles, muchos de ellos destrepables (sobretodo a partir del 8º), siendo el mayor de 18 m de altura. La expedición comenzó con muchas ganas de "rapelear", incluso montando la cuerda para distancias minúsculas, no obstante, tuvimos que reconsiderar nuestras intenciones ante la saturación de agua que llevábamos y teniendo en cuenta la ausencia de sol por lo que a partir del 8º rápel optamos por minimizar todo lo posible el uso de la cuerda.
La experiencia en general fue muy gratificante para tod@s, aunque sí es cierto que gracias a la "marmita trampa" del 5º rápel y a la poza seca convertida en piscina del 6º, personalmente estuve al borde de la hipotermia. Después de insistirles a los compañeros y compañeras de que era un barranco seco, mi obligación como caballero era hacer que el resto de la expedición se mojara lo menos posible.
Adrián.
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